ECONOMIA Y CIVISMO 317 por la agria poldmica que por la Academia Cu- bana se produjo y a que no logr6 poner t6rmino la intervenci6n del general Ricafort, quien no s61o oblige a la Academia a que redujese sus ac- tos a los de Comisi6n Permanente, sino que pro- hibi6 que los peri6dicos de la Isla insertasen la menor exp.resi6n relativa al asunto, so pretexto de que divididndose las opiniones se comprome- tian objetos muy sagrados (102). La medida de Ricafort no impidi6 que Saco escribiese y repar- tiese profusamente su Justa defense de la Aca- demia Cubana de Literatura. El silencio en pauses esclavos no es sefial de tranquilidad en los espiritus. O'Gaban, Zambrana y demis enemigos de la Academia no se dieron punto de reposo en sus cabalas, a pesar de las medidas de Ricafort. En la junta general cele- brada la noche del 16 de diciembre de 1834, fu6 elegido por mayoria de votos para el cargo de Director de la Sociedad Econ6mica don Francis- co de Arango, y para Vice-director don Jos6 de la Luz. Estos nombramientos impulsaron a O'Gaban, que era entonces Director de la Socie- dad Econ6mica, a protestar contra la elecci6n de Ayango y elevar al general Tac6n una denun- (102) El acuerdo del general Ricafort tiene fecha del 23 de abril de 1834 y descansa en el dictamen de los Asesores Generales del Gobierno don Juan Malagamba y don Joaquin Leandro Solis.