314 CUADERNO DE CULTURA Nuevos fulgores de libertad iluminaron el ho- rizonte politico de Espafia. Las primeras resolu- ciones de la reina Cristina 1levayron al dnimo la esperanza de que se disipasen las tinieblas que habian envuelto a los espiritus en una prolonga- da noche de dolores y de vergtienzas sin cuento. En Cuba, sin embargo, el cielo politico se os- curecio mas aiin. Existia un pequeflo grupo de patricios que, viendo cerrados los caminos oscuros de la cons- piraci6n y de la guerra para realizar la indepen- dencia del pals, creyeron que, afin en la esclavi- tud politica a que estaba sometido el pueblo cu- bano, no escaso bien resultaria a la sociedad de los esfuerzos que se consagrasen a difundir la ensefianza primaria y a cultivar las bellas letras. Asi se explican los trabajos de la Eociedad Eco- n6mica de La Habana y la creaci6n de la Aca- demia Cubana de Literatura. A solicitud de varios individuos para que se permitiese la creaci6n de un centro literario, la Sociedad Econ6mica concedi6 en 1829 que se es- tableciese una Comisi6n Permanente de Litera- tura en la Secci6n de Educaci6n. La Comisi6n instal6se el 13 de febrero de 1830: su obra mas memorable fu6 la publicaci6n de la Revista Bi- mestre Cubana, cuyo primer numero apareci6 a mediados de 1831. Los individuos de la Comisi6n