310 CUADERNO DE CULTURA tus nobles y generosos: todos duermen, desde el anciano hasta el nifio. A juzgar poy el aspecto exterior de las cosas, toda aspiraci6n de libertad y progreso social ha muerto en la opulenta fac- toria: los barcos del negrero inundan a Cuba de esclavos, y Pinillos excita la codicia de la Me- tr6poli, aceptando por millones las libranzas con- tra el Tesoro de la Colonia. En pocos afios le- vdntanse fortunas maravillosas que parecen la realizaci6n de los suefios de las noches drabes; se desarrolla un lujo deslumbrante y el ocio prol voca, como en los dias ter.ribles de la conquista, la disipaci6n, por el juego, de riquezas fdcilmen- te adquiridas: la oligarquia cubana se corrompe. Pero en medio de tanta miseria y podredumbre, alzase un pequeho grupo de espiritus selectos a levantar la voz de protesta contra las iniquida- des del despotismo. El movimiento politico to- ma nueva direcci6n: los cubanos pretenden aho- ra que Espaiia sea quien reconozca la injusticia con que gobierna a la Colonia y que, con espiritu previsor, acabe con un trifico infame, que si enriquece, con mengua del decoro nacional, a los capitanes generales y a otras autoridades, augu- ra el dia de una catistrofe pavorosa. Advi6rtese una reacci6n saludable en los es- piritus cultos. Arango, que favoreci6, mientras fu6 licito, el trafico de negros, reconoce al fin su error y aconseja la abolici6n efectiva de tan as- queroso comercio; y Luz, Del Monte, Poey, Be-