298 CUADERNO DE CULTURA piratas y corsarios y losataques mas o menos fpr- midables de las naciones con quienes Espafia gue- rreaba. El empefio supremo era enriquecerse: las pasiones y los intereses que agitaron a los funcionarios pdblicos no tenian trascendencia en la vida de la colonia que se mostraba indiferen- te a las rivalidades de los capitanes generales, de los obispos y de los jefes de la Marina. Como el inmigrante de Espafia y de Canayrias, venia a Cuba con el inico prop6sito de hacer fortuna que mds tarde habia de emplear en su spatria, la poblaci6n y el fomedito de la Colonia se yesentian: la poblaci6n, porque el inmigrante era varon y vivia en el aislamiento, determinin- dose, de ese modo, en la raza blanca, una consi- derable desproporci6n entre los sexos semejante a la que resultaba de la preferencia que los tra- ficantes de negros dieron siempre a los varones; desproporci6n funesta que, al tiempo que fomen- taba la relajaci6n de las costumbres, tendia po- derosamente a mantener y desarrollar los hbi- tos rudos de gentes incultas, como eran las que\ formaban la masa migratoria; el fomento, por- que, ademis de ser Espafia una naci6n que ca- recia de capitales -es decir el nervio de toda empresa colonizadora-, el emigrante, en vez de fijar sus ahorros en el pais, los trasladaba a su tierra, donde habia de convertirse en personaje importante e influir en los destinos de la Na-