. V Que una colonia americana, fundada siquiera por el pueblo que menos condiciones de caric- ter poseia paxa esta clase de empresas, se convir- tiese en abominable trasunto de los paises asiA- ticos, empefio era hasta cierto punto realizable, dada la situaci6n political de las naciones occiden- tales de Europa en los siglos XV, XVI y XVII: monumento imperecedero de ese empefio es la c6lebre Recopilacidn de leyes de los reinos de las Indias. Pero pretender, como lo pretendieron, los gobiernos de la Metr6poli y los oligarcas de Cuba que la Colonia tuviese libertad para comerciar con los extranjeros y licencia para inundar la tierra de negros de Africa, y que al mismo tiem- po permaneciese extrafia a las ideas politicas y sociales que conmovian a los pueblos de Europa y America, sin excluir al de la misma Espafia, era un prop6sito que da la medida del espiritu de s6rdida codicia imprevisora de los estadistas es- 299