280 CUADERNO DE CULTURA manos, sin comprender que riquezas estancadas se convierten en veneno que todo lo corrompe y lo disuelve. El sentimiento de recelo explica aquel mono- polio est~ril concedido a Sevilla primero, a Ca- diz despu6s, fuente abundantisima de corrupci6n, porque fu6 la serial de contrabando que no s6lo habia de parar, a la postre, en beneficio de in- gleses y holandeses, sino que habia de contribuir de mane.ra eficacisima a perpetuar los hibitos de despojo, de pillaje y de fraude en los poblado- res espafioles, y todo para que el contrabandista, es decir el ladr6n del Fisco, l1egase segiin la ex- pres-6n de Senior, a ser indispensable al bienes- tar de la naci6n entera. Conquistador o pirata o contrabandista, todo, menos colono, es el emigrante espafiol. Si la mi- rada del pensador se fija en la historia de Cuba, bien pronto advertird que en el siglo XIX la obra de explotaci6n del pais se ha consumado de una manera ma.ravillosa; mas no fundando una sociedad nueva y vigorosa, sino una sociedad ca- duca, enferma, corrompida, que se hunde en la impotencia el dia mismo en que desaparecen las condiciones externas que, por reflexi6n, y no por fuerza y espontaneidad propias, favorecieron su elevaci6n stibita entre las colonias productoras de azicar. No podia ser de otro modo. Fuerte, robusto, egoista, devorado por el afin de la yiqueza, el