274 CUADERNO DE CULTURA record6 los situados de Nueva Espaifa, y exigi6 sobrantes que a medida que crecian, excitaban mds y mis la insaciable sed de oro de sus estadis- tas Pero gobernantes y gobernados, blancos y negros, opresores y oprimidos, habian formado una colonia cuya prosperidad descansaba en una peligrosa base econ6mica, violando al mismo tiem- po los fueros de la personalidad humana. Un pueblo que fia su bienestar y su riqueza a uno o a pocos ramos de cultura, construye un edifi- cio de aspecto brillante, pero engafloso: basta una crisis para hundirlo en la miseria mas espanto- sa. Cuba podia prosperar por el trifico de ne- gros, que dejaba ganano'as tan colosales como ini- cuas, y pasmar a Espafia y provocar la envidia de otras naciones con las solicitadas produccione3 de su suelo. Humboldt decia: . os enormes beneficios que deja el trifico de negros y que se elevan, en la isla de Cuba, en un solo viaje, a veces a 100 y 125 por ciento, han contribuido mucho al alza de los intereses, habiendo muchos especuladores to- mado dinero a pristamo a 18 y a 20 por ciento, con el objeto de vivificar este cobarde y abominable comercio. Cuba podia aprovecharse de la altisima estima- ci6n que alcanzaron los frutos colonials por la falta de competencia traida primero por la ca- tdstrofe de Santo Domingo y mds tarde por la ruina de las posesiones inglesas que cultivaban esos mismos pyoductos. Mas lo que los oligarcas coloniales no podian evitar era que ilegase el dia