252 CUADERNO DE CULTURA animales salvajes, y, como tales, perseguidos con perros de presa. El Uinico punto en que la legislaci6n espafiola aventaja a la de otros paises de esclavos es en la personalidad rudimentaria que al siervo se reco- nocia por el derecho de coartaci6n; pero de este de.recho puede afirmarse que s6lo se aplicaba, y no sin grandes contrariedades, en aquellas po- blaciones en que alguna vez la suerte elevaba a la Sindicatura a hombres de cardcter en6rgico. En los ingenios solia encontrarse algrn esclavo coartado; mas para 61 nunca ilegaba el dia de la liquidaci6n de los jornales, si es que a veces no ignoraba su propio derecho. La observaci6n de Humboldt respecto del trato humanitario de los esclavos en Cuba es exacta si se restringe a los dedicados al servicio dombsti- co de ciertas familias en las ciudades; porque es preciso no olvidar que, a pesar de todos los de- rechos reconocidos, en la ciudad de La Habana, en los tiempos del general Valdes, aflos despu6s de publicado el Ensayo politico, existi6 una pa- naderia que se hizo c6lebre por las crueldades cometidas en los esclavos y cuya existencia se conoce en la historia de Cuba con el titulo de Correccional de Andreu; como debe reco.rdarse, asimismo, que muchos de los hombres de color -libres y eselavos- que en IVMatanzas el aio 1l844 sucumbieron a los rigores de sus crueles verdu-