238 CUADERNO DE CULTURA La tierra de Cuba estaba otra vez tranquila Joaquin Agtiero e Isidoro Armenteros habian si- do fusilados y dos expediciones habian fracasa- do. No crey6 el general Concha que debia ccsar la obra de la Comisi6n Militar, a pesar de la con- fianza que manifestaba en la lealtad del pais (9"). No satisfecho con la desaparici6n de El Faro, que tan fitil instrumento habia sido en sus ma- nos, dispuso que Thrasher fuese sometido a jui- cio por considerarle el mis eficaz de los agents de las expediciones pirditicas. No falt6 el pretex- to: "no tard6, dice el general Concha en sus Me- morias, en ser sorprendido con su corresponden- cia". En consecuencia, Thrasher fu6 arrestado en La Habana el 16 de octubre, y despu6s de estar algunos dias en la circel, fu6 encerrado en el 'Castillo de la Punta. Sentenciado a ocho afios de presidio, se le destin6 a cumpliy su condena en Ceuta. A mediados de diciembre lleg6 Thrasher (90) Dice el general Concha en sus Memorias: "La conducta, tan leal como decidida, de los habitantes de la Isla habia cambiado completamente la posici6n del Gobierno de aquel vais. Mientras los sucesos no vinieron a justificar la confianza que tenia en la lealtad de su inmensa mayoria, las expediciones, aunque por si despreciables, tenian la importan- cia que he indicado, como nacida de las complicaciones interio- res que pudieran ocasionar; pero, una vez libre de este cuida- do, eran para mi tan insignificantes, que en una comunicaci6n que dirigi al Gobierno' de S. M. en 14 de agosto, esto es, el dia anterior al de la ejecuci6n de Lopez, decia hablando de la expedici6n de cinco mil hombres que el general americano Houston preparaba en Nueva Orleans, que si dlegah a verificar se contaba con la seguridad de que seria destruida completa- mente".