III La misma indiferencia con que fu6 recibida en mayo de 1850 la expedici6n que se apoder6 de Cdrdenas, encontr6 el general L6pez en su segun- da invasion en agosto de 1851. Un solo paisano, que ni cubano era, se uni6 a L6pez en CArdenas: Teodoro Gotay, natural de Puerto Rico, que mas tarde habia de caer combatiendo como un heroe en la sangrienta acci6n de Las Pozas. Un solo paisano, esta vez cubano, se incorpor6 a las fuer- zas expedic:onarias que desembarcaron en Pla-. yitas: Julio Chasagne, natural de Vuelta Abap. Indtil fu6 que L6pez y sus partidarios peleasen como pelearon en el Morrillo, Las Pozas, Frias, Candelaria y el Rosario, con un valor insupera- ble: el 29, en los Pinos de Rangel, se consumaba el desastre de la expedici6n, cayendo L6pez pri- sionero en poder de Jos6 Antonio Cast afieda, se- cundado por quince paisanos. El 12 de agosto lleg6 a Cuba la expedici6n del Pampero y el 1 de septiembre, en el cainpo de la Punta, se extin- guia en el cadalso la vida del audaz caudillo. 237