ECONOMIA Y CIVISMO 235 cha, para desembarazarse de los dos Censores Reglos y levar la censura a la Secretaria del Gobierno. En cierto modo, la existencia de El Faro era convenient a la politica espafola: era aqu6l un peri6dico cubano, dirigido por Thrasher, a quien se consideraba, con raz6n, como partidario de la anexi6n de Cuba a los Estados Unidos, y en 41 escribian Carlos del Castillo, Bachiller, Costales y otros cubanos. Nunca se hubieran atrevido sus redactores a publica.r trabajo alguno que. no es- tuviese autorizado por los censores, pero en cam- bio, ninguno de ellos tampoco hubiera tenido en- tereza para resistir las imposiciones del general Concha. Bastard citar un caso. El general espafiol hacia interceptar la corres- pondencia de los particulares que consideraba sospechosos. Un dia 1lega una carta de Gaspar Betancourt para uno de los colaboradores de Thrasher: Concha la abre, llama a su despacho al escritor y le presenta la misiva en que El Lu- garefio solicitaba el auxilio de su amigo en la obya revolucionaria. Aunque nada contenia la carta que pudiera comprometer al escritor ha- banero, Aste se turb6, jur6 que era inocente y que estaba dispuesto a tomar un fusil para defen- der la causa espafiola. "Los escritores -dijole el Dictador- defienden a la patria con su pluma;