Cumplianse precisamente dos lustros de haber- se convenido en el Zanj6n poner trmino a una lucha prolongada en que los Soldados de la Incle- pendencia de Cuba parecian baber agotado, con es- toica fortaleza, todo el caudal de energias hu- manas, el dia en' que falleci6, a los cuarenta y nueve afios de 5u edad, en el apacible pueblo de Lakewood, del estado de New Jersey, el doctor Adolfo Varona, que, en los comienzos de la gue- rra, puso su persona y su talento al servicio de su Patria. Ocup6, desde luego, el puesto a que le Ilamaban los antecedentes de su vida y su cul- tura cientifica y literaria. Naci6 en Puerto Principe, en enero de 1839. A peymanecer en la cludad natal, probable es que su extraordinario talento y su singular ingenio se hubiesen atrofiado, sin alcanzar jamas vigoroso y brillante desenvolvimiento, porque, si bien Cu- ba, por el trifico de esclavos y por circunstan- cias externas, habiase transformado en pocos aios en opulenta colonia, los sobrantes de sus rentas invertianse en socorrer la penuria del Tesoro de la Metr6poli, rientras que las mezquinas propor- 217