212 CUADERNO DE CULTURAL lo a Conte corresponde el honor de haber dirigi- do con 6xito brillante la ruda lucha contra el mo- nopoio me.rcantil de algunas provincias de la Madre Patria que escudadas por una ley injusta pudie.ron sostener, con enorme dano de los ince- reses colectivos de la Naci6n y los particulares de la Colonia, un mercado para sus escasas y atra- sadas producciones. Fu6 asi Conte el continuador de la obra civili- zadora timidamente iniciada por el c4lebre mar- qu6s de la Sonora y con energia continuada por el ilustre Valiente, por el eminentisimo Arango, por el talento sagacisimo de Ramirez y por la actividad incansable y eficacisima de Martinez de Pinillos; porque, al fin y al cabo, hoy, en las agonias del siglo XIX, (despubs de haber perdi- do un imperio inmenso, mAs que por el despotis- mo de los virreyes, por los excesos de la codicia de los mercaderes de la Metr6poli, empefiados en mantener un monopolio ruin y corruptor), Es- pafia no acierta a comprender que lo inico que puede legitimar y afianzar su doninaci6n en Am6rica es una sincera libertad politica, y el ani- quilamiento completo del monopolio comercial. De la vastisima erudici6n, de la honda doctri- na que en mate.rias politicas y econ6micas posefa el laborioso escritor espafiol, quedan patentes muestras en su Exam en de la Hocienda Pfblica de Espaila, en La lucha politica en Cuba, en sus