ECONOMIA Y CIVISMO 207 do el gobierno de los espaioles residentes, y por condescendencia hip6crita, se le hubiera dado colocaci6n en 61 a algfin cubano dfctil, como el conde de Lagunillas. Pero, aunque Avendafio no viese en la reforma solicitada mas que el triunfo de la oligarquia de los espaiioles establecidos en la Isla, era preciso ser muy miope para no vex que siendo mucho menor el ndmero de los europeos que el de los criollos, Astos hubieran ilegado a tener en sus manos el influjo politico, tan pronto como se re- parasen los desastres de la guerya. La terminaci6n de la lucha armada sefiala el punto en que Conte completa la evoluci6n de sus ideas sobre la gobernaci6n de la colonia. El ge- neral Martinez de Campos con asombro le oy6 decir que la mejor manera de consolidar la paz a tanta costa adquirida, era otorgar al pais la mayor suma de libertades que fuese posible.! Sobrevino despubs la sublevaci6n de 26 de agos- to de 1879 y entonces, a instancia del gobernador general Blanco, don Francisco entr6 a formar parte de la Junta Central del Partido Liberal. El 9 de agosto de 1880, Conte pronunci6, en "La Caridad" del Cerro, un dis6urso vibrante, elocuentisimo, que conmovi6 vivamente al audi- torio. El tono vigoroso, el acento de hondo con- vencimiento, produjeron un efecto indescriptible.