ECONOMIA Y CIVISMO 201 fras mas con brazos esclavos, harto se deja com- prender que el conflicto que en el espi.ritu del escritor espaiol surgi6 habia, por fuerza, de pro- ducirle una intranquilidad que no podria cesar sino el dia en que la serenidad de su juicio se sobrepusiese a la obsesi6n que causar suelen los poderosos m6viles del particular interns dorados por la pasi6n politica. Quien intentase persuadir a los defensores del statu quo colonial de que era preciso apercibir- se a la abolici6n del trabajo del esclavo, no s6lo habia de fracasar, por lo quimbrico del prop6si- to, sino que corria el peligro de oirse apellidar con los espitetos mas injuriosos e insolentes, y aun el de verse condenado a la deportaci6n, y a todo esto se vi6 Conte expuesto desde el dia en que estamp6 en el peri6dico que dirigia, estos sugestivos conceptos: Es preciso, indispensable, no resistir a lo que nos vie- ne de la Patria, a lo que exige la 6poca, el siglo, el ejem, plo: es preciso resignarse primero, instruirse despu6s, porque ambas cosas son necesarias; prepararse lentamente a ir progresando en ideas, en conocimientos, para que se comprenda la necesidad de los cambios y se aprecie bien la medida de in que es posible admitir y de lo que es conveniente y necesario rechazar. Hacer propaganda para que no venga el cambio antes de tiempo y en proporciones exageradas; para hacer comprender a los unos, a los de aqui, la necesidad de la reforma; a los otros, la necesidad de la prudencia. Es necesario que se estudie 10 que es imposible evitar y lo que es imposible admitir, para apre- ciar el peso y la medida de la transformaci6n; es urgen-