190A CUADERNO DE CULTURA Los cubanos en Cayo Hueso, y los habitantes de Oriente y del Camagtiey en La Habana, son testimonios elocuentes de la suma de actividad y de energia acumulada o invertida en abrirse paso en un camino erizado de punzantes espinas, en las horas angustiosas en que la cidula del vi- gilado era un anatema fulminante de los espa- holes a los criollos sospechosos. No pretendemos desconocer que entre los inmi- grantes espalioles suelen contarse algunas excep- ciones por su caricter, por su ilustraci6n y por sus aptitudes; pexo todo esto, al fin y al cabo, no pasa de contadas excepciones. Desgraciada- mente los espafioles que vienen a trabajar en Cuba pertenecen a las clases mas pobres y mas sencillas de un pais cuya ilustraci6n esta muy distante de acercarse al nivel de los que brillan en primer t~rmino en el concierto de las nacio- nes de Eufopa y America. No s6lo el nivel de la cultura general estd muy bajo en Espafia, si- no que los conocimientos superiores en las cien- cias y en las artes no han alcanzado el desenvol- vimiento que en Francia, en Inglaterra o en Ale- mania. Aqui seria necesario traer las citas de autores nacionales y extyanjeros para probar, si se exigiese, el atraso cientifico de Espafia (71). (71) D. Jos6 Echegaray acaba de expresarse en estos tar- minos: "Hay que ensalzar el bien y hay que imitarlo, hay que con- fesar el mal acompafi6ndole del arrepentimiento y si en Espafia en todos los tiempos hemos tenido guerreros, marinos, poetas,