188 CUADERNO DE CULTURA narios piiblicos de Cuba. Si se iquisiera dar una idea de la corrupci6n que reina en las oficinas p'blicas, no habr6. mas que citar los des6rdenes ocurridos en las deudas de 1882 6 el lujo fastuo- so que ostentan muchos funcionarios cuyos suel- dos no serian, ni con mucho, suficientes a un mo- desto modo de vivir. No se ocultan, ciertamente, a los espafioles los origenes del virus que corrompe a la sociedad cubana. El senior don Pascual Savall, Fiscal de Su Majestad en la Audiencia de La Habana, era tenido en concepto de hombre integro y muy pe- rito en asuntos de derecho y de administraci6n; era ademis muy considerado por los espafioles, a causa de su aversion a los cubanos, que era muy honda, a pesar de la severidad de sus prin- cipios y de la integridad de su carieter. Llama- do por el gobernador general Callejas, manifes- t6 a 6ste: que el pais era ingobernable y que no debia empefiarse en moralizar la administraci6n publica, porque cuando los empleados resultasen delincuentes tendria que pararse ante las creden- ciales conseguidas por el favor de pyrepotentes personajes politicos, cuyos servicios estimaba el Gobierno de la naci6n indispensables. A, referir el senior Savall a un cubano esta confereheia su- ya con el Gobernador General, exalt6se y exclam6: "No se yo c6mo ustedes los cubanos no tienen siempre las armas en las manos". No estard de mis pa.ra algiin lector cubano que digamos que