158 CUADERNO DE CULTURA bertindole asi de una centralizaci6n metropoliti- ca tan funesta, eu iltimo t~rmino, a los intereses de la naci6n colonizadora como a los de la nueva sociedad), son las que van atrayendo a las in- mensas soledades de Manitoba y de los territorios del Noroeste una crecida corriente migratoria (*), formada de hombres animosos que huyen de la miseria que lentamente los consume en Euro- pa, para levanta.r en regiones frigidas, por lo general menos fecundas que las de los climas t6- rridos o templados, una fortuna s6lida, sin verse obligados a sacrificar en el empefio ni los dere- chos del ciudadano ni las inspiraciones y precep- tos de una conciencia honrada. i Tan cierto es, co- mo ha dicho un eximio publicista, que "Los pauses no se cultivan en raz6n de su fertilidad, sino en raz6n de su libertad!". (*).-Del ntmero de inmigrantes que en el Canada se han establecido desde 1851, da cuenta la siguiente tabla: A ips Inmi- Afos Inmi- A os Inmi- grantes grantes grantes 1851 22,515 1861 12,48o 1871 27,773 1852 20,943 1862 28,798 1872 36,578 1853 32,295 1863 26,118 1873 50,050 1854 38,800 1864 21,738 1874 39,373 1855 53,000 1865 19,431 1875 37,382 1856 24,816 1866 10,081 1876 25,633 1857 33,663 1867 14,666 1877 27,076 1858 12,340 1868 12,765 1878 29,807 1859 6,300 1869 18,630 . 1860 7,827 1870 24,706 . . Revista. de Cuba, t. XI, 1882, -p. 179-284.