98 CUADERNO DE CULTURA midad que juzgaba necesaria, ya que a ese precio circulaba entre los particulares en las plazas de Trinidad, Santiago de Cuba y La Habana. El Intendente de Puerto Principe, Francisco Andres Cardenal, inform de acuerdo con el Administra- dor Tesorero de Trinidad, que seria ventajoso a la Hacienda dar a la onza el valor de 17 pesos a que se recibia en los contratos particulares, con lo cual la Tesoreria de Puerto Principe que la estimaba a 16 pesos y la de Trinidad que la ad- mitia a 161/2, dejarian de ser excepciones en la circulaci6n de la Isla, pues en Santiago de Cuba se habia al fin adoptado el precio de 17 pesos. Aunque el Contador General de Ejercito, Manuel M. de Arrieta, opin6, en 26 de mayo, que no ha- bia inconveniente para que desde luego se si- guiese en la Administraci6n de Jentas de Tri- nidad la prdctica del come.rcio y vecindario de recibir y pagar en onzas de oro espafiolas por 17 pesos, la Junta 'Superior Directiva de Hacienda, en sesi6n celebrada el 5 de julio de aquel afio, acord6 que el expediente formado a virtud de la consulta del Administrador de Rentas de Trini- dad se agregase a los otros expedientes que sobre el mismo particular se habian instruidQ para la debida resoluci6n (60). Continuaron asi las cosas hasta que, en 9 de octubre de 1840, el Administrador de Rentas de (60) Expediente num. 703, cuaderno 35 de cajas.