ECONOMIA Y CIVISMO 97 que, al decir de Fernandez de Lara, no se reque- ria apurar mucho el discurso para convencer de que tal sistema de igualdad era extensivo a toda la Isla, pues la expresi6n de onzas nuestras no distinguia, no diferenciaba ningiin punto de la Isla, antes argilia con precision que donde quiera que se encontrase la onza de oro espafiola no debia permutarse por menos precio que el de 17 pesos. No coincidi6 la opinion del Administra- dor de Rentas, Jose Gonzalez Llorente, con la que informaba el acuerdo del Ayuntamiento de Tri- nidad, y en 6 de junio del mismo aflo consult al Gobernador Politico y Militar, Subdelegado de Hacienda que en la disposici6n de la Superinten- dencia General no se prevenia que las onzas es- paholas se recibiesen en toda la Isla por el valor de 17 pesos, si bien consideraba justa y de la ma- yor utilidad la moci6n hecha en el Ayuntamiento por el regidor Fernandez de Lara (59). En comunicaci6n de 20 de abril de 1838 a! In- tenaente de la Provincia, consultaba el mismo administrador de Rentas de Trinidad si el de- creto de la Superintendencia General de 30 de enero de 1834 debia entenderse que uniformaba en 17 pesos el valor de la onza de oro espafiola en toda la Isla para los actos del Fisco; unifor- (59) Expediente n,'im. 514, cuaderno 33 de cajas. Este ex, pediente no tuvo resoluci6n: terminase con un decreto del con- de de Villanueva, en 30 de agosto de 1834, para que informe la Contaduria General de Ejercito.