94 CUADERNO DE CULTURA 1eterminado el alza del precio de la plata de una nanera general. Si una prueba se pidiese de que el acuerdo de 10 de mayo de 1827 no era sino un ilamamiento a) contrabando o al fraude, la tendriamos patente en la atrehensi6n que, en junio de 1828, hizo el Lieguardo de Santiago de Cuba, de 68,602 pese- tais sevillanas descubiertas en envases de azadas y ciavos a tempo de la descarga de la goleta in- glesa Montagne, procedente de Jamaica. El co- miso de esa suma fu6 el prime.ro que se pronun- ci6 despubs de la prohibici6n de 1827 (55). La circulaci6n de las pesetas sevillanas por cuatro en peso produjo un fen6meno singulari- simo. Mientras que en las cajas ptiblicas de la provincia de La Habana se recibia, en 1828 y en afios posterores, la onza espafiola a 17 pesos, en Villaclara, TIrinidad y San Juan de los Remedios, de la intendencia de Puerto Principe, se admitia a 16%/, y en toda la Intendencia de Cuba y en la ciudad de Puerto Principe, a 16 (56). FAciles son de concebir las dificultades que entorpecerian (55) Consulta del Asesor General de Hacienda, Jos6 Maria Zamora, dada el 27 de junior de 1828, en el expediente forma- do por la Intendencia de Cuba, con motivo del contrabando decomisado a la goleta M)nagne, ZSe 1lev6 a efecto la multa de los $13,720,40 y fu6 confiscado el buque conductor en cum- plimiento del acuerdo que prohlbia la importaci6n de las pese- tas sevillanas? (56) Asi consta en el dictanen emitido por el Asesor Ge- neral, Jos6 Maria Zamora, el 18 de agosto de 1828, en el ex- pediente nim. 696, gs. 13 de varios Ministros.