ECONOMIA Y CIVISMO 83 dieron convertir a la moneda efectiva de mis pequefio volumen. La masa de oro acufiado que los expulsos introdujeron en Cuba y la ruptura de toda relaci6n de comercio con las colonias que habian quebrantado el yugo de Espafia, por fuer- za habian de disminuir el valor de la onza de oro, particularmente en el mercado de La Habana, centro del movimiento migratoxio: a esas cau- sas de depreciaci6n, ya de suyo eficientes, agre- g6se la extracci6n de los pesos y pesetas de pla- ta columnaria que se ilevaban muchos de aque- 1ls emigrados que se trasladaban a Europa. A tal punto escase6 la moneda de plata, dice Vicente Vizquez Queipo, que se hacia imposible a veces el trifico de menudeo, y no pocas se han visto, segun aparece de este expediente, muchas personas del pueblo condenadas, por decirlo asi, a morir de hambre con el oro en la mano, semejantes al rey Midas de la fibula. Preciso era que en estas circunstancias el oro perdiese mucho de su valor re, lativo, y en efecto, la onza cay6 a su antigua estimaci6n de 16 pesos, pues a tanto equivalia el premio de seis y mis por ciento que se concedia a la plata en los peque- fios bancos de descuento establecidos p6blicamente en esta capital (46). La penosisima situaci6n creada por la salida de la moneda de plata fuerte, abri6 ancha via a la peseta sevillana, que fu6 acogida con el mismo aprecio que se daba a la peseta columnaria. La satisfacci6n de una necesidad premiosa no puso (46) Informe Fiscal, Ap6ndice, pig. 172.