76 CUADERNO DE CULTURA derosa a detenerlos en el camino de la catistro- fe-, la idea de que las colonias pudieran algiin dia career que pagaban demasiado cara la protec- ci6n de la madre patria. En la inmediata conferencia estudiar6 el cua- dro, por extremo dramitico, que ofrece la trans- formaci6n del presidio del Golfo, no en colonia pr6xima a desenvolver su actitud en6rgica, sino en vasta factoria, a cuya prosperidad material se subordinaban, cuando no se sacrificaban en absoluto, todas las demis aspiraciones que im- pulsan a los pueblos progresivos; realizindose una transformaci6n de suyo tan extraordinaria, en el torbellino de una profunda crisis social, que, comenzando por la invasion de los ejy.rcitos franceses, acab6 en el portentoso desgarramien- to del colosal Imperio americano para dar a luz, al mo.rir, esas libres Repilblicas que se dilatan desde las tierras auriferas de California hasta el proceloso promontorio de Hornos, tan aman- tes y celosas de su independencia, que, de seguro, si el destino las pusiera en el trance de escoger, no vacilarian, y mil veces preferirian, las tur- baciones y peligros de la vida nacional, a la tran- quilidad deprimente y temerosa de los pueblos cultos despojados de su autonomia (45). (45) En la conferencia que sobre el Establecimiento y pro, pagaci6n del Cristianismo en Nueva Espaiia, ley6, en el Ateneo de Madrid, el general don Vicente Riva Palacio, Ministro de Mixico, en la corte de Espafia, el 18 de enero de este afio, me- rece fijar la atenci6n este sugestivo periodo: "No se conserva