ECONOMIA Y CIVISMO 73 De dos maneras, a mi ver, se desenvuelven los Estados. Prosperan por virtud propia, o prospe- ran por la acci6n externa que trae su origen de las desdichas de otros pueblos: el maximum de adelantamiento encuintrase en la concurrencia de uno y otro orden de fendmenos. La exactitud de esta observaci6n comprubbase en la historia de nuestro pais: sus progresos midense precisa- mente por la serie apenas interrumpida y la pon- deraci6n abrumadora de los desastres y mise- rias de su metr6poli y de los pauses circunveci- nos. Fu6 preciso que los corsarios de Colombia y de M6xico barrieran de las aguas del Atldntico las naves espafiolas -al extermo de que el ge- neral Mahy se vi6 obligado a embarcarse en Burdeos, por falta de buque de su naci6n que le condujese a La Habana (44)-, para que al fin quedara quebrantado, aunque no por completo destruido, tras lucha de siglos, aquel detestable y estfipido monopolio que tanta sangre y tantos tesoros habit a costado a la obcecada metr6poli y a sus atrofiadas colonias. La real cedula de 7 de marzo de 1824 que re- conoci6 el derecho de las colonias a traficar direc- tamente con extranjeros siibditos de potencias aliadas y amigas de Espafia, l1eg6 demasiado tar- (44) El general Mahy leg6 a La Habana en la fragata francesa Maria Teresa el 3 de marzo de 1821, al cabo de cua- renta dias de navegaci6n. Vase el Diario del Gobierno Consti- tucional de la Habana, de 4 de marzo de 1821.