52 CUADERNO DE CULTURA ron a m6dico intexrds las sumas que fueron pre- cisas para comprar un gran ni'mero de negros al contratista Cornelio Coppinger, uno de los muy contados sfibditos ingleses que no fueron expul- sados despu6s que la capital de Cuba fu6 devuel- ta al domino de Carlos III por el tratado de Paris. A esta opexaci6n de cr6dito, sigui6se el emprestito de 1765 para cubrir parte de 600,000 pesos devengados por las brigadas de peones de las referidas obras, suma proporcionada por va- rias casas de La Habana; lo que evit6 los conflic- tos que hubie.ran sido consiguientes a la irregu- laridad y atraso con que se recibian las consig- naciones de Nueva Espalia. En la penuria de las Areas Reales de la Isla, el gobernador de Cuba, para atender a las nece- sidades de la guarnici6n en 1780, emiti6 papel moneda por valor de 208,515 pesos, en cartones de ocho reales, los que en su curso llega.ron a pa- decer quebranto hasta de cuarenta por ciento, a causa, probablemente, de la facilidad con que eran falsificados. Ocho afios estuvieron circulan- do los cartones hasta que en noviembre de 1788, el gobernador don Juan Bautista Vaillant los re- cogi6 pox acuerdo del intendente don Jose Pablo Valiente, invirtiendose en la operaci6n mas de doscientos mil pesos (24). (24) Obras del Excelentisimo Sr. D. Francisco de Arango y Parrefio, tomo 19, pig. 255 y 256.