38 CUADERNO DE CULTURA tos de su metr6poli (10). Por cedula de 6 de marzo de 1523 se mand6 a los Oficiales Reales que se repartiesen entre los vecinos doscientos cincuenta mil maravedies, de las penas que en la Isla pertenecian a la Cimara y al Fisco Real, dando a cada pueblo "seg6n la necesidad que ca- da uno tuviese para que se reparar et hacer los caminos"; evideneindose asi que no siempre los maravedies para remedio de necesidades salian de la Tesoreria del Rey en Espalia, sino de las propias rentas de Cuba (11). Alguna vez el Em- peradoy -ocurria a los colonos para levantar fon- dos con empristitos, y al efecto expedia cartas de cr6dito llenas o en blanco: el 6xito no podia ser completo, a pesar de los ardides y apremios que el Gobernador empleaba para obligar a los veci- nos a socorrer a Su Majestad. De ello hay cons- tancia en la carta que Gonzalo de Guzmdn diri- g16 al Emperador a 18 de septiembre de 1530, manifestdndole que todo lo que a S. M. se habia prestado montaba a 621 pesos, 1 tomin y 7 gra- nos oro bueno y 680 de oro de diecinueve quila- tes, pues si bien algunas personas sacaban oro, eran tantas su miseria y deudas, que ninguno me- tia a fundir cien castellanos que no debiese sobre ellos tres tantos "porque acA", decia, "tienen mu- (10) Colecci6n de Doc. Inid. de Ultramar, tomo ndtm. 1, Isla de Cuba, pig. 101. (11) Coleccidn de Doc. Inid. de Ultramar, tomo n6m. 1, Isla de Cuba, pig. 126.