36 CUADERNO DE CULTURA tampado en su Diccionario el afio 1866, pudo el autor rectificarlo al publicar, afios despu6s, su' Historia de la Isla de Cuba: no lo hizo asi, sino que cometi6 otros mayores, escribiendo que "sin hablar de los sacrificios de sangre para coloni- zarla y defenderla, darla ser y vida, ilevaba Es- palia mis de ciento setenta millones de pesos in- vertidos en esa misma provincia, a la cual algunos apasionados e injustos escritores intentaban pre- sentar como sacrificada, cuando hasta 1827 no recogi6 el primer 6bolo de sus areas, insuficien- tes hasta entonces para cubrir sus propios gas- tos" (7) El historiador que asi se desentendia de la realidad de los sucesos, poselia un cinismo digno de Di6genes, ya que quince afios antes cal- culaba -asi decia- que la metr6poli habia reci- bido desde 1525 hasta 1763 la suma de 1,185,000 pesos fuertes (8). Bien es cierto que el irrefle- xivo escritor se desautoriza en su misma obra, al estampar que "la mas firme cabeza, la pacien- cia del rebuscador mis diligente se estrellarian en el intento de aclarar con precision cudles fue- ron durante los dos primeros siglos de la colo- nizaci6n de Cuba, sus rentas, sus gastos y lo que recibi6 del Tesoro de la metr6poli cada afio (9). Paulatinamente hubieron de realizarse los pri- meros progresos de la colonizaci6n en las Anti- (7) Historia de la isla de Cuba, tomo 49, pig. 317. (8) Diccionario geogrdfico, est. hist. tomo 39, pig. 378. (9) Ibid, p6g. 375.