I"" f. J I .i .. cza el3 H ir rr i ass C3 Ella XZzzy Sfe'-'aiia sssP XssT n "W! WB H M W Wwj pw' OjMMsMMttrilflB IUaAmWi4n kHldyiiriMfeMW 0 11 11 (P TO)ir Ir3 3) wOfH ir Si jwmum mw W.w.im wii nww pwj jume ima i i n : I 'i v-j j (: A x$l La OZOMULSON contiene los elementos necesarios para la formacin de la carne, huesos y msculos favoreciendo el crecimiento del nifo, sirvindola 'ymi& de alimen alimentacin tacin alimentacin adecuada. La madre que no tiene leche suciente para su hijo debe tomarla OZOMULSION con regularidad, inmediatamente observar que su lecL mejora grande grande-raente raente grande-raente en elementos nutritivos. La OZOMULSION es tan agradable al paladar, que los nios la toman con tanta facilidad como si tomaran leche, lo recomienda, para KESraiADOS, TOS, CONSUNCION, BHONQUITIS, PULMONIA, LA RlPPE, ASA y irai aftaaoaei los pmonti, SOROFITLAS, DEBILIDAD QlNRAL, ENFLAQUECIMIENTO y otras uafeme&iies onervaatts, E3 q n NOTA DEL EDITOR : Por convenio especial eon este peridico, un frasco de muestra de la OZOMULSION ser enviado per correo gratis y franco de porte toda per persona sona persona que mande su nombre completo ylas seas de bu casa clara y correctamente dirigidas &1 Ledo. Jos J, Alvarez, Parque Central, Caguas, Puerto Rico, la Ozomulsion Company, 34, Da Peyster Street, New-Yoik. m mii'ufp -te---B i CONDE E A&yF li6L0'i?C k LA deMgg ras, 6ic?era?, salidas del fondo del corazn. Y la mir el brasilefo con andada. Oj olvidis quin soy?-replic la condesa con fiera dignidad. No, seora, co lo olvido. Olvidis que el seOor de Kar Kar-gaz, gaz, Kar-gaz, mi espeso, os psrmlti la en entrada trada entrada en esta casa?- anadi Juana. No, no lo olvido, respondi don Ifiigo, y su voz adquiri una firmeza que rsvelaba un propsito infame, y repuso bruscamente: Adlrinsteis, seora, quin era esa mujer do la que quera ha blarcs hace un memento? y dobl la rodilla, r La que tanto amo, la que jur conquistar, ese ser adorado para llegar hasta el cual soy capaz de suprimir todos los obstculos que encuentre, esa mujer sois vosl Y se puso en pie; dando un paso hacia Juana, intentando apoderar apoderar-so so apoderar-so de las manos de sta y apoyar en ellas bus prfidos labios. Retro Retrocedi cedi Retrocedi Juana y con voz estridente di un grito terrible: jA m, Ar Armando! mando! Armando! Socorro! No est aqu ... no vendr. estis sola. ;. No acab la frase, abrisa la puerta de pronto y entr un hom hombre bre hombre que. con ademan iracundo, abofete al audaz culpable. Infame! le dijo con vez to nante. XXII bucles de sj blonda cabellera, y se march de puntillas acercndose la puerta del tocador De pronto retrocedi un paso, como suspensa,, asombrada, la mirada fija con terror en la ventana que serva como de marco al frondoso tilo sefialado por sir Guillermo Rocambole, y en medio de cuyas ramas a la condesa da Kergaz se le figur ver dos puntos luminosos, dos ojos centelleantes que se fija fijaban ban fijaban en ella. El vizconde Andrea, como hom hombre bre hombre que durante largo tiempo ha haba ba haba explotado ese sentimiento tan vulgar y tan frivolo que sa llama miedo, saba per experiencia que los grandes terrores son mudos y que generalmente no se revelan ms que por medio de una postra postracin cin postracin de una paralizacin de les seatidos. Al indicar al fingido bra bra-sileCo sileCo bra-sileCo que se encaramase al rbol, calcul sir Guillermo que el terror de Juana al ver entrar a un hombre por la ventana sera tal que no po podra dra podra dar ni un grito. Sir Guillermo no se equivoc; Juana s qued inmvil con la mirada fija en aquellos puntos lu luminosos. minosos. luminosos. Su garganta crispada no pudo articular ningn sonido ni su brazo inerte moverse para al alcanzar canzar alcanzar el cordn de la campanilla. En el mismo momena les puntos luminosos cambiaron de lugar: en entre tre entre la oscuridad se agit una som sombra bra sombra y de pronto sta di un salto... Y Juana de Hergaz, estremecida, trmula de terror vi caer a sus pies un hombre, que haba arro jado con la ligereza de un tigre desde las ramas mas altaa del tio al pavimento del gabinete. Recu Recu-noci noci Recu-noci a aquel hombre, y toda la sangre se le agolp al corazn .... Era el marqus Ifiigo de los Montes. El hombre que acuda al socorro de Juana, trastornada y lvida ce miedo, ese salvador que la Provi Providencia dencia Providencia pareca enviar tn les m mrcenles rcenles mrcenles en que la condesa de Ker Ker-gaz, gaz, Ker-gaz, la noble y c&sta compaera de Armando, nc ra ste, cerno habra podido creerse, sino era el vizconde Andrea, sir Guillermo Andrea, es decir, ise ngel de las tinieblas, ese genio del mal que Iba prepa preparando rando preparando poco & poco con lenta y tenaz paciencia la ruina de aquella casa, amontonando elementos para ello, y que haba dispuesto aquella es escena, cena, escena, en la cus un miserable iba ultrajar la mas santa de las mujeies, reservndose, l un papel de deitx ex machina, piesenUndose en el memento oportuno para apa aparen ren aparen tar que salvaba & aqulla cuja prdida preparaba en la Bcmbia. A 1 ver al que llersfca como JPwHto, cisq ai mS7 r II mano adicto de su esposo, di Jua Juana na Juana un grito de alegra: -Ah! murmui, me salt. Y mir, temblando an, pero ya mas tran tranquila quila tranquila y llena de confianza. No era el vizconde Andrea en aquellos mementos el hombre de frente humilde, encorvado jo el peso de los remordimientos miraba al suelo sin ser osado levantar la vista. Un destello de Ira iluminaba su rostro, comuni comunicndole cndole comunicndole un reflejo marcial y teribie, siendo su actitud la de los antiguos caballeros que desenvainaban la espada para defender la honra da su blasn y que conservaban teda la altivez de su raza,, . x e uan crey ver al mismo Ar Armando, mando, Armando, y Andrta, encarndose an ante te ante todo con ella, dijo; Ea preciso, ' seficra, qua las tres personas que ,bsy aqu, jsn tn : adslaast Iss 9 sws&i-j-w'W ----aVf