- 868 Y aquella vacilaci6n 6 incertidambre no cesarA mientras no se lIegne A adquirir un conocimiento cientifico 6 sistemAtico de la Ley Hipotecaria que permita comprender primero y aceptar luego con entusiasmo los principios do la legislaci6n inmobiliaria prusiana que nuestros legisladores trajeron A Espaia al decretar y sancionar dicha Ley; la cual, , mi juicio, corre grave riesgo de malograrse si continia la hostilidad de que es objeto por parte de la generalidad de los juristas que, llevados de ella, procuran eludir la observancia de sus mAs importantes preceptos, 6 reformar sn redacci6n en un sentido radicalmente opuesto, dejAndola en un estado semejante A aquella figura monstruosa que con tanta profundidad describi6 el gran poeta latino en los versos transcritos en otro lugar de esta obra (1). Estacionamiento de la Ley. Insuficiencia de la nisma, en su estado actual, para satisfacer las uscesidades que motivaron su promulgacion. Desde luego hay que atribuir A la carencia del conocimiento cientifico 6 sistemntico de la Ley Hipotecaria el estacionamiento 6 petrificaci6n de la misma, ]a cual se encuentra actualmente en el mismo estado, si no es que ha retrocedido, en el que la dejaron sus ilustres antores treinta y seis aflos hA, cuando la sometieron A la sanci6n de los Poderes pAblicos, no como una obra definitiva y completa, sino como el primer paso, el comienzo de una serie de disposiciones encaminadas A dar solidez y firmeza A la propiedad territorial para atraer sobre ella los capitales de que tan necesitada se hallaba y se halla, sin que en tan largo transcurso de tiempo se hayan formulado los proyectos legislativos necesarios para completarla y perfeccionarla, pues los que han Ilegado A someterse A la de- (1) VWase la pAg. 81 de este toino.