acfle la reflexi6n y se imponga al estado de Animo producido por aqu6lla. (Sentencias de 8 de Enero y 17 do Diciembre do 1907). Constituye una provocaci6n suficiente para un ataque personal el dirigir al autor de 6ste palabras afrentosas sin motive justificado. (Sontencia de 26 do Junio de 1903). Quien provoca una rifia 6 quien ia acepta, no puede alegar A su favor, por el daflo quo cause en aqUdlia, que obr6 ean virtud de una provocaci6n 6 amenaza suficiente (sentencias do 28 do Septiembro y 23 do Noviembre de 1903, 17 de Diciembre de 1907, 7 do Junio y 7 do Octubre de 1919); no obstante, es de estimarse esta circunstancia cuando per los antecedentes del suceso, lo inopinado 6 injusto del reto y la atitud prudente del retado, en los primeros mementos, hace comprender quo la aceptaci6n del reto no fu6 una determinaci6n voluntaria de aqul, sino la consecuencia quo en su Animo produjeron aquellos accidentes. (Sentencias do 26 de Junio de 1904, 24 de Abril do 1906 y 2 do Junio de 1919). (37) Para estimar esta circunstancia es necesario quo de la sentencia aparezea ia existencia do una ofensa pr6xinm y grave. (Sentencia de 3 de Junio de 1907). Esta circunstancia no puedo fundarse en ninguno de los accidentes del hecho justiciable, sino ej los que le hayan precedido y puedan haber impulsado A ejecutarlo. (Sentencia de 24 de Abril do 1906). No es bastante para estimar esta eircunstancia quo el moo haya obrado on virtud de una ofensa cuaiquiera, sine de una ofensa grave. (Sentencia de 7 do Mayo do 1904). Tampoco os de estimarse esta circunstancia cuando se desconace la clase de ofensa y la 6poca en quo aqu6lla hubiera tenido lugar. (Sentencia de 16 de Octubre de 1904). No puede alegar A su favor esta circunstancia quien haya dade lugar al hecho de quq pretenda derivarla. (Sentencias do 19 de Octubre do 1906, 27 de MIarzo de 1907 y 17 de Abril de 1908). Sobre parentesco, v6ase la nota 22. (38) Esta cireunstancia es de imposible apiicaei6n on Cuba. Vase la nota 23. (39) La emhriaguez s6lo deermina una ircunstaneia atenuante y, per consiguient , no exime do responsabilidad en ningfn easo, ni influye en la calificaci6n del hecho justiciable, ni puede tomarse en consideraci6n para otro efecto quo pare disminuir la pena. (Sentencias de 12 de Marzo de 1917 y 30 dp Noviembre de 1918). No es posible estimar esta circunstancia ouando en ia sentencia so doclara expresamente no haberse probado quo el reo estuviera embriagado al cometer el delito, aunque se d6 per probado quo antes do cometerlo haba ingerido bebidas alcoh6licas. (Sentencia do 4 do Mayo de 1908). Esta doctrina es correlativa de otra anterior (sentencia do 15 de Febrero de 1905), segfin la cual, el hecho do encontrarse embriagado el moo algda. tiempo despu6s de haker comtido el delito no implica quo so encontrara en ese estado en el monento de cometerio. Declarndoso en la sentencia quo el meo cometi6 el delito en estado de embriaguez, sin expresar quo dsta fuera habitual on 61, dobe estimarse esa circunstancia come atenuante; porque no incumbiendo al acusado la prueba de quo ese estado no le es 'habitual, la presunci6n de no serle cede on su favor 6, falta de prueba en contrarie. (Sentencia de 12 de Diciembre do 1907). En cambio, cuando ia Sala declara quo la embriaguez os habitual, no os posible prescindir de esa declaraci6n on un recurso de fondo; porque no so trata do la expresi6n de un conepto abstracto, sine do un heeho resultanto de la apreciaci6n de las pruebas. (Sentencia do 17 de Junio de 1907).