cas, de cualquier clase y dignidad, que guarden y hagan guardar, cumplir y ejecutar la presente Ley en todas sus partes. Dado en Palacio, k. 11 de Mayo de 1888. Yo LA REINA REGENTE. El Ministro de Gracia y Justicia, MANUEL ALONSO MARTfNEZ. EXPOSICION SEIRORA : La ley de once de Mayo de este afio autoriz6 al Gobierno de V. M. para publicar un C6digo Civil con arreglo fi las bases establecidas en la misma, llenando asi una necesidad sentida desde hace cinco siglos y no satisfecha afin, 6. pesar de los laudables esfuerzos de algunas de las generaciones que nos han precedido. El C6digo Civil, que interesa por igual 6 todas las causes sosociales y realiza, no una inspiraci6n pasajera, sino un anhelo constante del pueblo espafiol, puede ser un titulo de honor para los contempor6neos, 6 los ojos de la posteridad, y el m6s bello flor6n de la corona qie cifie V. M. tan merecidamente por sus grandes virtudes y raras prendas. Pocos ser6.n ya hoy en Espafia los que desconozcan la conveniencia de sustituir la legislaci6n civil vigente, desparramada en multitud de cuerpos legales promulgados en la 6poca g6tica, en la edad media y en tiempos m6.s recientes, pero siempre distantes de nosotros; y que, de todos modos, retratan estados sociales distintos y aun opuestos, por un monumento legislativo arm6nico, sencillo y claro en su m6todo y redacci6n que refleje fielmente nuestras actuales ideas y costumbres, y satisfaga las complejas necesidades de la moderna civilizaci6n espafiola. Asi, pues, V. M. puede estampar su firma en este proyecto de decreto con aquella satisfacci6n interior que engendra siempre en el 6.nimo del Jefe Supremo del Estado la conciencia de que no pone su Autoridad augusta al servicio de una parcialidad politica, sino al de la Naci6n entera. Por esto, el Ministro que suscribe estima como un halago de la fortuna ser 61 quien tiene la honra de someter d la aprobaci6n de V. M. el C6digo Civil redactado por la Secci6n que ha muchos afios viene presidiendo, despu6s de haber oido, en los t6rminos que ha creido m6.s expeditos y fructuosos, 6 todos los Vocales de la Comisi6n Codificadora, compuesta de sabios jurisconsultos, afiliados 6 escuelas juridicas y partidos politicos diferentes. En el punto d que dichosamente ha llegado en Espafia la obra de la codificaci6n civil, huelga ya todo razonamiento. Pas6 la hora de discutir. Hoy se trata no m6.s que de la mera ejecuci6n de un precepto terminante de la Ley; y el infrascrito, en